Regalos

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Durante todo el año tenemos fechas especiales. Cumpleaños, aniversarios del trabajo, de amistad, noviazgo o matrimonio. Están los bautizos, bodas y quince años. Por cierto, ¿Por qué las fiestas de quince años son tan ostentosas?, Se que viene de una costumbre para presentar a las señoritas en edad casadera a la sociedad. Actualmente son solamente una fiesta, en el caso de las colonias de la periferia, pueden ser igual que antes, para presentar a la señorita a la sociedad, pero seguiremos con eso en otro episodio.

     Todas las celebraciones que conmemoran, celebran o festejan el cumplimiento de un año, tienen en común varios aspectos. En todos se invita gente.

En todos hay uno o mas asistentes que no se llevan bien con algún otro asistente. Hay comida. Música, por lo menos una canción.

Un postre y comida que se consume en vasos y platos desechables, que cuando son de cartón se remojan y manchan todo. Pero, como ya lo dedujo usted opina-escucha, hoy se trata de los regalos.

     Un regalo es eso que le da a ese alguien especial. Pero vamos a definirlo bien. Porque me encanta definir chingaderas.

Regalo, en la real academia española, tiene cuatro definiciones, todas masculinas.

  1. Dadiva que se hace voluntariamente o por costumbre.
  2. Gusto o complacencia que se recibe.
  3. Comida o bebida delicada y exquisita.
  4. Conveniencia, comodidad o descanso que se procura en orden a la persona.

Como se puede ver es algo ya sea abstracto o físico que se da a alguien para su beneficio. O se recibe para ser beneficiado.

Ya sea que el regalo demuestre amor o no, se acostumbra dar regalos en los aniversarios.

     En mi experiencia, desde niño, he recibido muchos regalos. Claro con la edad uno los acumula jaja si, ya soy viejo.

Los mejores, sin orden de importancia, porque todos contribuyeron, mas que suplir la necesidad explicita que el articulo satisface, a suplir una necesidad implícita de afecto.

Fueron, Una figura de acción de un personaje de los power rangers, que se llamaba Goldar.

     Un perro humanoide, negro, con ojos rojos, tenía voz malvada; Traía su armadura dorada malvada; alas malvadas, espada malvada y no tenia zapatos porque los perros no usan zapatos. No es cierto, No se que es lo que traía en las patas, probablemente algo que hiciera juego con su armadura y se viera malvado (Dejo imagen en el video para que se asuste como yo)

Mis papas… Advertencia, el siguiente contenido puede ser controversial… Tápeles los oídos a sus hijos si están en edad de entender lo que voy a decir, puede ser traumatizante. Mis papas en el papel de Santa Claus, me regalaron una figura de acción de los Powers rangers.

El ranger blanco. Según yo, era el más especial de todos porque tenía armadura y una espada, creo que los demás tenían pistolas laser en vez de una espada. Lo chido de la espada es que también aventaba rayos laser y hablaba… Obviamente la del monito que me regalaron no hacía nada, pero se veía genial. Y fue lo primero que se perdió.

     A veces, los regalos no conmemoran nada especifico, solo se dan. Así fue que un día, de mi infancia. Conociendo mi afición por los power rangers, mi papa me llevo a McDonalds, las peores hamburguesas de México, según mi papa. Y me compro la cajita feliz que tenia como regalo el red ranger. Era un juguetito bien pedorro, pero bien versátil, porque combinado con el otro mejor regalo era todo lo que quisiera ser, era como una “red Barbie Girl ranger”.

     Ese otro mejor regalo se puede transformar en todo lo que quieres que sea, una cubeta de legos. esos formaban cualquier cosa, con un poco de imaginación. Con plastilina quedaban listos los detalles, formas redondas o curvas y era también el adhesivo temporal para pegar esos accesorios.

     Después, esos regalos que cumplían la función de entretenerme y que dejara de dar lata, se convirtieron en regalos que tenían que satisfacer una necesidad más explicita.

Ropa, camisas, zapatos, pantalones, chamarras, sudaderas, calcetines y calzones. Familia y amigos cambian en un punto lo divertido por lo necesario. Es cuando sabes que te convertiste en adulto. Eso y la acides estomacal, el dolor de huesos, la calvicie o la necesidad de pujar en el baño cuando haces del uno, bueno, esta ultima es una edad muy avanzada.

     Tengo buena experiencia con regalos de navidad y de cumpleaños. De hecho, estoy escribiendo sentado en mi regalo de cumpleaños numero 33. Me lo dio mi esposa, una silla ergonómica, pensó en una necesidad (sentarme cómodamente) y en algo que me divierte y me apasiona (hacer este podcast). Ahora que lo pienso un poco más, tal vez se cansó de que me quejara de los dolores de la adultes cuando me ponía a escribir o editar. Los que están en patreon pueden ver la silla.

Algunas personas andan por la vida descifrando que van a regalar en cumpleaños y navidad. Ponen atención al más mínimo detalle. Desmenuzan las necesidades de la gente y pum, le llegan a uno con un regalo bien chingón.

Hay otros que no les importa mas que lucirse ellos mismos. Buscan hacer el regalo mas original. Me los imagino en las tiendas de regalos ¿Que le regalo? Si, este pisapapeles en forma de taza de baño, apuesto a que nadie le ha regalado uno así”. ¡Pues no! A quien se le ocurre regalar eso. Ya ni se usan papeles, todo es digital.

También esta el lucido que logro encontrar la cosa mas buena del mundo. La camiseta de Messi, autografiada en el mundial “Con cariño, gracias por el apoyo en Qatar 22, Messi”. Esta el wey a chingue y chingue y chingue para que abran su regalo primero, el que lo recibe lo abre y lo muestra. Mientras el que llevo la tutsibota navideña para la tía conchita dice “hay vengo voy al baño”.

     Hay un tipo de personas que pone atención a un montón de cosas, pero nunca sabe que regalar. Les pone ansioso el ¿Y si no le gusta? ¿Y si no le sirve? ¿y si no le queda? Cuando decidimos regalar ropa.

     Lo cierto es que quisieran ser el wey lucido, porque sabemos que los regalos pueden hacer a quien los reciba muy felices o muy en infelices. Esto en medida de las necesidades y que tan apremiantes son. Podrían provocar felicidad, enojo, decepción o amargura.

     Cuando recibimos un regalo, inebitablemte pensamos, al verlo, en el papel que lo envuelve. ¿tendrá mucho tape? ¿Podre guardar el papel para reutilizarlo? ¿me vere muy mal si lo rompo así nomas? Pero sucumbimos a la urgencia de abrirlo y descartamos el papel, lo rompemos. Pero antes nos preguntamos ¿de qué será la cajita? Siempre me hacen falta cajitas para otros regalos. ¿Sera la caja original? Mientras la tocamos y sentimos su textura.

     Nadie lo dice, nadie lo ha estudiado. No hay evidencia científica, pero todos, absolutamente todos los seres humanos, tenemos en las manos, algún tipo de sensor para los regalos.

A veces al tocarlos nos damos cuenta su fue un regalo caro, si le pusieron empeño.

Podemos sentir la textura de la envoltura y la dureza de la caja. También se puede ver en nuestra cara que nos dimos cuenta que la caja esta toda guanga (flojita). Toda livianita y nos damos cuenta que nos regalaron un pinche pisapapeles en forma de taza de baño o peor aún una taza con chichis, adentro de una caja de Lucky Charms. Y que la tía conchita grita al antes de lanzar su carcajada “hay un confleis para que coma en la mañana”.

     Es fácil decepcionarnos cuando recibimos un regalo que no nos gusta, no nos queda o no satisface ninguna necesidad.

Es fácil decepcionarnos cuando recibimos un regalo porque no estamos en los zapatos del otro. No conocemos el martirio que es envolver un regalo.

A mí me pasa con los regalos, como los masajes, me gusta recibirlos, pero no darlos. Y cuando toca recibirlos, no me gusta que me toque cualquiera. ah jajaja chiste mamón de tío.

     La verdad es que no me molesta dar regalos, de echo me gusta. Lo que no me gusta es todo el proceso. Vamos a hacer la dinámica de MasterCard (cambiemos a voz de locutor)

  • Elegir el regalo, cero pesos.
  • Comprar el regalo, algunos pesos
  • Envolver el regalo, chingos de pesos.

No porque sea caro envolver el regalo, de echo creo que es lo más barato si lo contamos en dinero, pero tiempo, el tiempo que hay que invertirle a eso, dios mío (Y no soy creyente).

Para algunas personas, yo incluido, es difícil envolver un regalo. Primero hay que seleccionar una caja. Si el articulo ya viene en caja se omite este paso.

Tienes que conseguir papel. Pero debe tener una impresión adecuada. Algo con nieve, un pino con nieve, un santa Clos con nieve un reno con nieve o un hombre… ¡de nieve!

Hay que medirlo, presentarlo en la caja, simular la envoltura, recortar y presentar la pieza de papel para darnos cuenta que la cagamos y cortamos mal y ahora falta envolver alguna de las paredes de la cajita.

Tenemos de tres soluciones, la primera es aceptar que no sirves para envolver regalos y hacer un chiste al entregar el regalo.

Repetir el proceso hasta que quede bien.

Cambiar el papel de envoltura por una bolsa (esta es mi favorita). Fui muy feliz cuando descubrí que se puede meter todo en una bolsa, taparlo con papel arrugado, soy bueno arrugando papel. Y esto nos deja un único problema. La bolsa, que tiene que ser bonita y adecuada. Con una santa Clos con nieve, un reno con nieve o un hombre… de nieve, con nariz de zanahoria si quiere.

Hay algunas personas que son insensibles y no les da ternura pensar en todo lo que paso esa persona que hace el regalo.

Puedes hacer lo siguiente. En la siguiente compra que hagas, pide al cajero que te envuelva la compra como regalo. Casi en todas las tiendas departamentales tienen ese servicio gratis. Esta medio pitera la bolsa porque trae la marca de la tienda, pero para nuestro propósito esta perfecta.

Cuando llegues a tu casa la pones en la mesita de centro, en la mesa del comedor, en la cocina, en la cama o en algún lado. Te olvidas de ella por unas dos horas.

Luego agarras la bolsa que compraste y dices “este es un regalo de mí, para mi” cuando lo abras y veas que son los calcetines que tú mismo escogiste para ti y aun así finges y dices “hay, calcetines, que lindo” no tienes remedio, eres un cretino. Pero ahora sabes lo que se siente que ni siquiera se agradezca el esfuerzo, porque La cosa cambia cuando nos toca regalar a nosotros.

Para saber si el regalo que diste no fue agradable. Cuando repites lo que estas viendo, es por que no te gusto… “ah, un cepillo de dientes” … porque además de ser un mal regalo, muy obvio, es también como una invitación de “vamos lavándonos los dientes”. Lo mismo aplica para cualquier artículo de higiene personal. “ahí, mira un colador de fideo”, “ah mira un túper… de plástico… que lindo”. Son cosas que he escuchado en los intercambios del trabajo.

Para que los artículos de higiene, en vez de ser una invitación a la limpieza, sean un regalo. Los pones en un estuche.

Si tu compañero, amigo, tío, primo o vecino le huele la boca como si comiera zombis, esta el estuche de viaje con el cepillo que se dobla y se mete en un tubito, trae una pastita de dientes chiquita con un enjuaguito bucal y como unos treinta centímetros de hilo dental. Todo en una bolsita, así como la bolsita de la niña de los plumones de la primaria. Cuando lo entregues puedes cantar como la tía concha “que lo abra, que lo abra” y cuando este abierto y diga “hay, un kit de limpieza dental” puedes decir “que se lo ponga, que se lo ponga”.

Los desodorantes, cepillos para cabello, jabones, velas aromáticas e inciensos, no son los únicos malos regalos.

Los regalos de las empresas también son malos, algunos mas que otros, pero hablare desde la experiencia.

Cada que se acerca la navidad, la gente esta ansiosa por tres cosas, aguinaldo, vacaciones y el regalo de la empresa. He tenido oportunidad de trabajar algunos años en empresas en donde la costumbre es hacer un regalo a todos los trabajadores. He recibido botellas de vino, agendas con plumas para planear mi año, cobijas, una bolsa de dormir, una bocina con conexión bluetoth y radio FM.

Pero el que se lleva las palmas fue un jamon.

Cuando se habla de regalar comida, una pierna de cerdo, un pavo, un paquete para hacer chuletas de res es común, las chuletas son porque soy del norte.

El jamon, de lo imagina uno en una forma como trapezoidal. Que lo puede cortar uno aderezar con algunas especias incluidas clavo de olor, meterlo al horno un par de horas. Bañarlo con sus jugos y agregarle un poco de jugo de naranja con piña y vino. La carne de puerco se lleva bien con el cerdo.

Lo viene a mi mente cuando recuerdo es más o menos así.

Trabajaba en una empresa china, entonces imagínense a un montón de chinitos y un montón de mexicanos y dice el gerente de recursos humanos “¿que vamos a regalar por navidad?” el chino que por obvias razones no festeja la navidad le dice “¿legalo?, ¿que es legalo?, ¿es mas tlabajo?”. Obvio no hablan así el español, de echo hablábamos en inglés, pero para que mas o menos entiendan que pasaba en la sala de juntas.

Le dice el gerente de finanzas “No, aquí se acostumbra darles un regalo de navidad a los empleados. En muchos lugares le dan pavo, una pierna de puerco, un jamón de…”. Lo interrumpe el chino y dice “ok, ok, ok, Jamón. Yo complo jamón, ¿Cuánto jamón?

El de recursos humanos acude a sus notas, que era uno de sus técnicos y le pregunta cuantos empleados somos y le dice el asistente. Somos como 200. Éramos pocos porque era el primer año de operación de la empresa. Le contesta inmediatamente “con 215 jamones es suficiente”.

Quedo todo arreglado para que el ultimo día de trabajo, que legalmente es el 24 de diciembre, porque a pesar de lo que muchos puedan pensar y la costumbre de las empresas de no trabajar ese día. En realidad, no es festivo. El festivo es el veinticinco. Llega un camioncito, descarga unas cajas y se va.

Me llaman, porque es costumbre que los administrativos asistan en la entrega y como su servidor era encargado de mantenimiento para ver si de paso podía poner una mesa una extensión para la música y que algunos muchachos fuertotes de mantenimiento movieran el jamón.

Hago todos los arreglos, designo personal y me llaman “oye, ¿El jamón va a la cafetería?” y yo me preguntaba por qué. Pues resulta que eran tubos o barras mas bien, de jamón. No era jamón de carne de puerco, no era jamón de pavo.

Leímos la etiqueta y decía jamón de aves… espero que haya sido pollo y pavo porque me acabe una barra de jamón revuelta con huevo.

Resulta que don señor chino. Solamente pidió jamón, del más barato que había a uno de los proveedores del comedor. Y obviamente nos llevaron jamón. Como el que cortan en el supermercado. Dios mío ni siquiera decía de que aves estaba echo.

Si hubieran preguntado hubiera sugerido la receta infalible para conversión de objetos cualquiera en regalos.

Consigues una canasta, no importa el tamaño, solo que quepan tres o cuatros cosas. Papel celofán que la cubra y listón de un color. Si te das una vuelta por tu casa te puede topar cosas que no usas o que ya quieres cambiar.

El cojín del sofá que no combina, a la canasta. El par de velas aromáticas que nunca prendes, a la canasta. El jabón del baño que nadie usa, a la canasta. ¡Ya está! Un kit de regalo para la tía conchita.

Sea cual fuere el evento o el sentimiento la costumbre del regalo seguirá en nuestra sociedad. Mil disculpas si esta vez solo aprendieron la definición formal de regalo, pero son vacaciones.

Finalmente, y como siempre, Gracias por escuchar, compartir, reaccionar y sobre todo opinar…

Un like en el canal y en los videos es un buen regalo… regálame uno.

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