Los límites del idioma

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Cuando era niño, un crio, un mocoso dirá algunos, aprendí a hablar. Primero, como todos, decía palabras incompletas. Pronto fueron sustituidas por frases completas. Un poco más adelante según palabras de mi papa, demasiado pronto, me empeñe por imitar a la perfección la manera de hablar de los adultos. No es que fuera algo en mi es que, al ser el mayor de los nietos de la familia, mi modelo a imitar eran esos señores de botas, cinto piteado, sombrero, cadenas y pelo en pecho que llamo tíos.

No soy una mente brillante, tal vez, ni siquiera por encima del promedio, pero sí de hablar se trata, me gusta hacerlo de la manera correcta. Primer debate. Por que no dije “adecuado”, bueno, esto es porque podría hablar de muchas maneras posibles, he dicho montones de palabrotas, conjunciones erróneas, pero de acuerdo a modismos. En el idioma y el lenguaje lo correcto no siempre es lo adecuado y viceversa.

Recuerdo que, en preescolar, a los cinco años. Porque solo fui a tercer grado (o año) de preescolar. Los que vivieron en México y ronden los 33 años tendrán conocimiento de que, si alguno de sus padres o abuelos se dedicaba al hogar, su educación iniciaba a los cinco años con un año de preescolar. [Creo que la SEP lo va a cambiar, pero luego hablamos de eso]. Después seguía la primaria y sus seis años. Esta historia se centra en la primera junta de padres, aclaro, primera junta formal porque con niños de cinco años la maestra debería tener mucha interacción con los tutores.

Mi mama llego, esperaba afuera del salón y yo, tengo el vago recuerdo de decirle “mira mama, te voy a enseñar un niño que me hace mucho reír” y mi mama, en esos escasos cinco años, ya sabia que era un bully en potencia, nerviosa acepto, barajeando la posibilidad de que tal vez era un niño que, como yo, tenia la gracia de hacer reír. “hey Michel, a donde vas los domingos?” y Michel, un niño blanco, con la piel de cantante coreano y corte de honguito, contesta “a la INGLESIA”. Volteo a ver a mi mama, para ver si capto la idea y ¡SORPRESA! Mi mama capto todo, como si leyera mi mente y aguanto una carcajada que yo no pude. Nos reímos los dos del niño que decía “inglesia”.

Así empezó mi carrera de mamador por el idioma, fui descubriendo más palabras mal dichas y posteriormente mal escritas. En el círculo familiar encontré diferencias entre un “pinchi” y un “pinche”. Me di cuenta que algunas personas decían “anbavanos” en vez de andábamos. Corregí algunas palabras, pero otras están tan arraigadas, como si fueran parte del ADN, que no se borran con nada.

Hagamos un experimento de autoconocimiento, bueno, para que se conozcan. Diré la definición o significado de la palabra y las dos opciones que conozco para referirme a esas. Una de ellas es correcta, la otra no tanto.

La primera palabra indica abundancia de humo; ¿Es humareda o humadera? Lo correcto según la real academia de la lengua española es “humareda”

La segunda. Cantidad de polvo que se levanta de la tierra; ¿Polvareda o polvadera?; esta fue fácil, es Polvareda. Si la anterior estaba bien probablemente esta también, porque responden a la misma naturaleza.

Me di cuenta, con la lectura y en mi etapa mamadora universitaria, que existen usos regionales de las palabras, por ejemplo “ocupo”. En el norte del país, no se exactamente en donde, pero en uno de esos estados que dicen que son norteños, pero no están tan al norte, utilizan la palabra ocupo para expresar una necesidad “ocupo que te sientes”, “ocupo mas dinero”, “ocupo el desarmador”, [A veces si es cagante… ¿a veces o en veces?, ahorita analizamos esto.].

La palabra “ocupo” proviene del verbo “ocupar” [Los verbos son los nombres de las acciones, para los que fueron a escuela privada]. Esta conjugado [así como en la escuela “yo, tu, el, nosotros, ustedes, ellos” etc., etc.]. Y significa, según la real academia de la lengua española:

1. Tomar posesión o apoderarse de un territorio, de un lugar, de un edificio, etc., invadiéndolo o instalándose en él.

2. Obtener, gozar un empleo, dignidad, mayorazgo, etc.

3. Llenar un espacio o lugar. [atención con esta]

4. Habitar una casa.

5. Dar que hacer o en qué trabajar, especialmente en un oficio o arte.

6. Embarazar o estorbar a alguien.

7. Llamar la atención de alguien; darle en qué pensar.

8. Emplearse en un trabajo, ejercicio o tarea.

9. Preocuparse por una persona prestándole atención.

10. Poner la consideración en un asunto o negocio.

11. Asumir la responsabilidad de un asunto, encargarse de él.

Como se utiliza para reemplazar una necesidad, vamos a definir [porque me encanta definir chingaderas], necesidad. Obviamente esta es una conjunción del verbo “necesitar” y es:

1. Tener necesidad de alguien o algo (Necesita DE cuidados.) [se pasan de lanza con estas definiciones]

2. Obligar a ejecutar algo.

Vamos a ampliar esto con “necesidad” en La real academia de la lengua española.

1. Impulso irresistible que hace que las causas obren infaliblemente en cierto sentido.

2. Aquello a lo cual es imposible sustraerse, faltar o resistir.

3. Carencia de las cosas que son menester para la conservación de la vida.

4. Falta continuada de alimento que hace desfallecer.

5. Peligro o riesgo ante el cual se precisa auxilio urgente.

6. Evacuación corporal de “orina o excrementos”.

Pues quede igual, según la RAE. Emigremos a la academia mexicana de la lengua que dice más o menos así:

“El uso del verbo ocupar como sinónimo de necesitar (e.g. ‘ocupo dinero, se me terminó ayer’) es correcto, aunque solo es frecuente en ciertos dialectos; generalmente se usa en registros coloquiales; y su uso es desaconsejable, ya que puede dar lugar a ambigüedad. Entre las acepciones que el Diccionario de la Real Academia Española da del verbo ocupar no se incluye ninguna que dé a entender un significado cercano a necesitar. Por ejemplo, la frase ‘ocupo un lugar en el foro’ no podría inferirse necesariamente que ocupar está sustituyendo a necesitar, pues fácilmente podría interpretarse que ocupar en este caso significa ‘Llenar un espacio o lugar’.”

A conclusión es desaconsejable utilizar la palabra “ocupo” como sinónimo de “necesito”. Me quedo con esa información y no es por mamador, es porque podría representar una confusión en el idioma. Partiendo de esta premisa, pregunto ¿Qué significa para ti bizarro?, probablemente estas pensando en que es algo raro, extravagante, pero ese es el significado de “Bizarre” en inglés y ya sé que suena [o por lo menos se escribe igual]. En español tiene un significado más benévolo, siendo un calificativo positivo, Valiente, generoso, lucido, esplendido. Son palabras del verdadero significado de bizarro en español. Sin embargo y como la RAE refleja el uso del idioma y no lo limita, de unos años para acá, la palabra bizarro en español tiene tres significados.

Alguien podría pensar que son mutuamente excluyentes, vamos a seguir esta línea de pensamiento. Si yo digo “El bizarro capitán del barco, tomo el mando de la tripulación…”. Con las tres definiciones en mente preguntémonos ¿Cómo es posible que un capitán sea valiente, generoso, lucido, esplendido, raro y extravagante? Bueno… recuerden que cada uno de esos calificativos se pueden atribuir a un aspecto muy específico y tendríamos que abundar más en la imagen del capitán hipotético. ¿El capitán es valiente? Si. ¿El capitán es generoso y etc.? También. ¿Podría el capitán ser raro y extravagante? Pero por supuesto. ¿No es esta una imagen que podríamos tener del capitán Jack Sparrow? [Aunque me siguen pareciendo mejores personajes el capitán Barbosa y Will Turner] entonces, pensando en todos esos personajes, podemos decir que son algo bizarros.

Ahora entenderán porque mi inmadura reacción al ver que un niño decía inglesia. Pero no acaba ahí. Ahora mismo, en este instante, para mí que estoy escribiendo y en el pasado para ti que me estas escuchando, si no oyendo, me estoy dando a la tarea de investigar una expresión que me causa confusión. ¿Usted como dice “a veces” o “en veces”? vamos a ver como deberíamos decir.

Bueno, pues el diccionario prehispánico de dudas nos dice que lo adecuado para un “habla culta” es decir “a veces” o “hay veces” pero no “en veces” a menos que usted quiera verse inculto (Impresione a la morrita hablando bien).

Existen muchas maneras de expresar nuestras ideas. Existiría una infinidad de lenguas para expresar estas ideas, vamos a pensar en segundo plano en la siguiente pregunta ¿Cuántos idiomas existen? La respuesta no creo que exista, tenemos que definir idioma. Nuevamente nos limitamos a una definición. Existen lenguas, posiblemente pasen a ser idiomas o pasen al olvido.

Una limitante importante en el idioma es la definición errónea. Entender mal la definición de una palabra, literalmente, nos puede costar la vida. Algunos se escudarán en que depende del contexto y otros mas aventureros dirán “pos me entendiste”. Lo cierto es que use una de estas palabras “literal” es una palabra mal utilizada y obviamente molesta que usa cierto grupo.

A manera de conclusión, quiero concluir con una conclusión que he concluido. Esto es que no esta mal ignorar el idioma, no esta mal hablar mal. Lo que está mal y podría provocar disgusto es que alguien no tenga la atención de hablar bien. Que no se interese por darse a entender y traslade esa responsabilidad a alguien más. No insinúo tampoco que el responsable sea el transmisor del mensaje, mas bien apelo al trabajo en equipo porque la comunicación es de, mínimo, tres elementos (de educación básica, transmisor, mensaje y receptor) siento el transmisor y receptor los responsables del mensaje.

Gracias por acompañarme a desenredar esta maraña de ideas. Agradezco enormemente su like.

Regálame un like. Eso me ayudaría muchísimo. Gracias anticipadas.

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